El aumento de senos, también conocido médicamente como mamoplastia de aumento, es una intervención quirúrgica que consiste en aumentar y mejorar la forma de los senos de una mujer. Esta cirugía plástica se puede hacer por muchas razones:
– Para mejorar el contorno corporal de la mujer cuando ella siente que el tamaño de su pecho es muy pequeño, lo que permite mejorar la imagen que tiene de sí misma y su auto-confianza.
– Para corregir alteraciones de la forma o pérdida de volumen en los senos después del embarazo o la lactancia.
– Para equilibrar el tamaño de ambos senos (tamaño de la copa) cuando un seno es notablemente más pequeño que otro y se quiere lograr simetría entre ellos.
– Para restaurar la textura y forma del pecho en los casos de pérdida total o parcial de los mismos, como por ejemplo pacientes que fueron tratadas de cáncer de mama, defectos congénitos de la pared torácica, entre otros.
– Para remplazar implantes mamarios colocados previamente.
Pero, ¿Quién es un candidato ideal para un aumento de senos?
Mujeres con senos completamente desarrollados (por lo menos 18 años según la FDA), físicamente y psicológicamente sana, emocionalmente estable, con expectativas realistas y al menos una de las condiciones que se mencionaron anteriormente. Es importante que la paciente, después de la explicación de su cirujano plástico, entienda los límites y ventajas que ofrece esta cirugía plástica.
¿Cuándo está contraindicado el aumento de senos?
Está contraindicado en pacientes con diagnóstico actual de cáncer de mama o que aún están recibiendo tratamiento (como quimioterapia); en estos casos la cirugía se debe realizar una vez que el cáncer se ha curado. Pacientes con diagnóstico de enfermedades pre-malignas en las mamas, enfermedades mentales, embarazadas o amamantando deben esperar para someterse a la cirugía también.
Así mismo, está contraindicada en aquellos pacientes con condiciones que interfieren con la coagulación de la sangre, curación de heridas, o que tienen bajo suministro de sangre al pecho como consecuencia de cirugías o radiaciones anteriores, ya que pueden estar en mayor riesgo de complicaciones y mal resultado quirúrgico.
Ningún procedimiento de cirugía plástica ha sido sometido a tanto escrutinio y controversia como el aumento de senos. Se estima que más de dos millones de mujeres estadounidenses (1% de la población femenina adulta), tienen implantes mamarios. La mamoplastia de aumento se encuentra entre las cirugías estéticas más comunes (la 2da) en los Estados Unidos. La cantidad anual de cirugías de aumento de pecho ha crecido rápidamente en los últimos años; se cree que ha sido un 676% entre 1992 y 2004.
El costo de un aumento de senos puede variar debido a muchos factores, pero su costo promedio es de $3708 (obtenido de las estadísticas del 2014 de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos). El paciente debe tener en cuenta que este costo promedio no incluye costos extra como la anestesia, las instalaciones de habitación en la clínica, entre otros. La mayoría de las pólizas de seguros de salud no cubren las cirugías plásticas.
¿Cuál es el procedimiento general?
En la primera visita al cirujano plástico se realizará la historia médica de la paciente (incluyendo las enfermedades actuales, pasadas y alergias), la paciente debe discutir con el cirujano porqué desea aumentar el tamaño de sus senos, sus expectativas y los resultados que espera.
En el caso particular de la mamoplastia el cirujano plástico debe conocer los antecedentes personales y familiares de cáncer de mama y puede observar resultados de mamografías y biopsias previas. El cirujano además evaluará el estado de salud general de la paciente, examinará y medirá sus senos, para evaluar el tamaño y la forma de los mismos, el estado de la piel y la elasticidad, así como las características (forma y tamaño) de los pezones y areolas. Es posible que el cirujano plástico tome fotografías para luego comparar con los resultados de la operación. Esta cirugía usualmente dura entre 1 y 3 horas.
Así mismo, el paciente debe realizarse ciertos análisis de sangre, ajustar sus medicamentos, dejar de fumar, evitar tomar aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios para evitar el sangrado excesivo, al menos dos semanas antes de la cirugía.
El médico recomendará el tipo de anestesia indicada en cada paciente. De igual forma, se debe seleccionar el método a utilizar, el tipo de implante y su tamaño de acuerdo a las preferencias del paciente, sus características anatómicas y las recomendaciones del cirujano plástico. Aquellos pacientes con mucha flacidez en la piel, marcas o estrías en el pecho pueden requerir procedimientos adicionales como un levantamiento de senos; lo que permitirá mejorar la forma y posición del complejo areola-pezón para eliminar toda la piel flácida.
Las incisiones serán realizadas de tal forma que queden lo más ocultas que se pueda, hay varios tipos de incisiones, pero por lo general el cirujano plástico las realiza en el pliegue debajo de la mama, alrededor de la areola, o en la axila. Cada una de estas incisiones tiene sus ventajas y desventajas, y se selecciona de acuerdo a la experiencia del cirujano plástico, el lugar donde se coloca el implante (sub-pectoral, sub-glandular, o en doble plano), y el tipo de implante.
– Inframamaria (IFM): Este tipo de incisión se hace debajo del pecho (en el pliegue localizado debajo de la mama), lo que permite un acceso completo al tejido mamario para colocar los implantes, esta incisión es ideal para aquellos pacientes que tienen un pliegue que puede ocultar la cicatriz, es especial, si se hace la incisión un poco por encima del pliegue de la mama. Esta incisión no es la ideal cuando se encuentra comprometida la integridad del ligamento infra-mamario. Se recomienda especialmente para la colocación de implantes de silicón-gel, ya que para colocar este tipo de implantes se necesitan incisiones más grandes.
– Periareolar: En este caso se hace una incisión alrededor de la areola (principalmente en la mitad inferior de la circunferencia de la areola), esta incisión ofrece un excelente acceso a todos los tejidos mamarios, lo que facilita los procesos de revisión. Esta incisión es recomendada cuando el cirujano plástico realiza una mastopexia (levantamiento de senos) al mismo tiempo que la mamoplastia, además se prefiere estéticamente ya que la paciente tiende a sanar con una cicatriz mínima (aproximadamente 5cm) y son menos visibles. Sin embargo, los implantes de gel de silicón pueden ser difíciles de insertar con este tipo de incisión, porque es muy pequeña; por otra parte, la incisión periareolar tiene mayor incidencia de contractura capsular, produce corte de los conductos de la leche y de los nervios que llegan al pezón, lo que puede causar problemas funcionales post-operatorios, como por ejemplo impedir la lactancia materna.
– Transaxilar: Este tipo de incisión se hace en la axila, de allí el cirujano plástico se dirige medialmente hasta llegar al tejido mamario, lo que permite insertar los implantes sin dejar cicatrices visibles en el pecho. Sin embargo, la asimetría de la parte inferior de las mamas es más frecuente en este tipo de incisión; otra desventaja, es que de ser necesaria una revisión quirúrgica posterior a la operación se debe realizar una incisión inframamaria o periareolar lo cual dejará dos cicatrices posteriormente.
– Transumbilical: Este tipo de incisión es menos común, consiste en la incisión del implante a través de una incisión en el ombligo (aumento de senos transumbilical o TUBA), por lo que el cirujano plástico debe ampliar la incisión superiormente para alcanzar el tejido de la mama. Este abordaje quirúrgico permite colocar implantes mamarios sin dejar cicatrices visibles en el pecho, pero tiene la desventaja de ser una técnica quirúrgica más difícil. Está técnica se realiza sin ayuda visual del endoscopio, por lo que no es apropiado colocar los implantes de gel de silicona con ella, ya que se puede producir daño a la cubierta de silicona elastomérica mientras se insertan.
– Transabdominal: Este tipo de incisión es muy similar al procedimiento TUBA, pero en este caso, el paciente se somete a una cirugía de implante de mama y una abdominoplastia al mismo tiempo, por lo que el cirujano puede utilizar las mismas incisiones abdominales para insertar los implantes.
Los implantes mamarios son fabricados en diferentes formas, tamaños, y textura de la superficie. La historia de la mamoplastia de aumento nos muestra cómo ha sido la búsqueda del material ideal para los implantes, comenzando con los intentos en el siglo 19 para trasplantar lipomas a defectos en las mamas, seguido en la era moderna de los implantes basados en polímeros. La prótesis de mama moderna es en realidad una mezcla de polímeros que comprenden principalmente polidimetilsiloxano, el cual puede encontrarse en forma líquida, sólida o de gel.
Sólo dos tipos de implantes están aprobados por la FDA (Food and Drugs administration) para ser utilizadas en el aumento de senos en Estados Unidos, los implantes rellenos de solución salina y los implantes rellenos con gel de silicona:
– Implantes rellenos de solución salina: Este tipo de implantes tiene una cubierta exterior de silicona, pero contienen solución salina. En algunos casos el implante viene pre-cargado, pero a veces el cirujano plástico puede llenarlo durante la operación. Este implante proporciona una forma uniforme, y firmeza similar a la natural. La FDA aprobó su utilización en mujeres mayores de 18 años para cirugías estéticas, o a cualquier edad para cirugías de reconstrucción mamaria. Si el implante se llega a romper, se colapsará, la solución salina sale y es absorbida y eliminada naturalmente por el cuerpo.
– Implantes rellenos de gel de silicón: En este caso la cubierta externa del implante es de silicón pero también contiene gel de silicón; éste gel se siente más parecido al tejido mamario natural. Este tipo de implantes ha sido aprobado para ser utilizado cosméticamente en mujeres mayores de 22 años o a cualquier edad en cirugías de reconstrucción mamaria. Si el implante se rompe, el gel puede permanecer dentro de la cubierta del implante, éste tipo de implante no colapsa. También se sugiere su utilización en cirugías posteriores, es decir, para mejorar o corregir resultados previos insuficientes o en cirugías de revisión.
Existen otros tipos de implantes mamarios, pero no están aprobados por la FDA en los Estados Unidos. De igual forma, los implantes mamarios no son dispositivos para ser usados de por vida, por lo que es probable que el paciente tenga que someterse a una cirugía para extraerlos o reemplazarlos.
Si el paciente no quiere utilizar implantes mamarios existen técnicas más naturales como el aumento de senos con transferencia de grasa, un procedimiento que utiliza la liposucción de otras partes del cuerpo del paciente para luego inyectarla en sus pechos. Esta técnica es perfecta para las mujeres que desean un pequeño aumento en el tamaño del pecho y prefieren resultados más naturales.
¿Dónde se colocan los implantes de senos?
Después de la incisión, el cirujano plástico hace un bolsillo para colocar el implante, que puede ser:
– Sub-glandular: En esta técnica el implante se coloca en el espacio retro-mamario (espacio entre el músculo pectoral y el tejido mamario), lo que es similar a la ubicación del tejido mamario normal, por ello ayuda a conseguir un resultado más natural. En aquellos pacientes con un músculo pectoral delgado si el implante hace una arruga u ondulación en la superficie mientras es insertado se notará en la superficie de la mama. Del mismo modo, esta técnica tiene mayor tasa de complicarse con contractura capsular.
– Sub-fascial: En este caso el implante se coloca debajo del músculo pectoral, se trata de una modificación de la posición sub-glandular. Algunos cirujanos dicen que el músculo ofrece mayor protección, y de acuerdo al tipo de implante, esta posición hace más fácil mantener el implante donde fue colocado.
– Sub-pectoral (doble plano): En este método una parte del implante se coloca debajo del músculo pectoral y se puede realizar la disección parcial del tejido sub-glandular o no. Cuando se realiza este método, la parte superior del implante estará bajo el músculo pectoral, y la parte inferior de la misma bajo el tejido glandular.
– Sub-muscular: En este caso, el implante se coloca debajo del músculo pectoral, pero el cirujano plástico debe ser cuidadoso para mantener la inserción inferior del mismo.
¿Qué debe hacer el paciente en los cuidados post-operatorios?
Inmediatamente después de la cirugía, la paciente se coloca en un área de recuperación para estar bajo observación. El pecho de la paciente será vendado o cubierto con gasas elásticas o un sostén de apoyo para ayudar a reducir la inflamación, reducir al mínimo el movimiento de los tejidos manipulados y brindar apoyo a los senos mientras se curan. En general las pacientes pueden volver a casa después de unas horas. Los medicamentos orales para el dolor (analgésicos o calmantes) y antibióticos comienzan a ser administrados inmediatamente después de la cirugía. Una vez que se retiran los vendajes, tendrá que ser usado un sujetador quirúrgico especializado durante varias semanas. La paciente recibirá instrucciones específicas acerca de los cuidados post-operatorios y el seguimiento con el cirujano plástico, y debe asegurarse de cumplir todas las indicaciones cuidadosamente.
La paciente debe tener reposo, y no debe conducir durante semanas, después de un período post-quirúrgico de 24 a 48 horas la paciente podrá experimentar dolor incluso por varias semanas. De acuerdo con el nivel de actividad física de la mujer, ella podrá reanudar sus actividades normales una semana después del procedimiento. Cuando la mujer es sometida a la colocación de implantes de forma sub-muscular el proceso de recuperación suele ser más lento, del mismo modo, suelen tener más dolor debido al proceso de curación de los músculos.
La paciente debe evitar al menos durante dos semanas actividad física extenuante, después de este tiempo las cicatrices quirúrgicas generalmente han sanado completamente. Si el cirujano plástico utiliza implantes rellenos de gel de silicona, la FDA recomienda hacer una resonancia magnética en busca de rupturas silenciosas; esto se debe hacer a los 3 años después de la cirugía y al menos cada 2 años después de eso. Los cambios en el cuerpo de la mujer, como el embarazo, la pérdida de peso y la menopausia pueden cambiar los resultados de la cirugía.
¿Cuáles son los riesgos de una mamoplastia de aumento?
Las complicaciones más frecuentes, y los resultados adversos más comunes que experimentan las mujeres sometidas a esta cirugía son la contractura capsular, necesidad de una nueva intervención quirúrgica, necesidad de extracción del implante (con o sin sustitución). Las menos frecuentes son ruptura del implante, formación de arrugas en el implante, asimetría, cicatrices visibles, dolor, sangrado e infección. Así mismo, las pacientes pueden presentar cambios en la sensibilidad del pezón o la areola. Además las mujeres con implantes de mama tienen una tendencia ligeramente mayor a ser diagnosticadas con Linfoma Anaplásico de Células Grandes.
Aumento de senos
Dr. Amjadi MD, DDS, FACS
Certificado por el American Board of Plastic Surgeons
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